FAQ

¿A QUÉ SE REFIERE LA DIRECTIVA DE RAEE?

El objetivo prioritario de la Directiva sobre RAEE (o Directiva sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) es la prevención de la generación de este tipo de residuos, así como su reutilización respetuosa con el medio ambiente, el reciclaje y otras formas de recuperación de dichos residuos a fin de reducir su eliminación.

Además, pretende mejorar el comportamiento medioambiental de todos los agentes que intervienen en el ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos, incluidos los productores, distribuidores y consumidores.

A fin de lograr estos objetivos, la Directiva sobre RAEE aplica el concepto de Responsabilidad de los productores, por el cual este debe responder de sus productos cuando alcanzan el final de su vida útil, esto es, cuando se convierten en residuos. Esto se traduce en la práctica en que los productores deben financiar los costes de la recogida y el tratamiento de los aparatos eléctricos y electrónicos fuera de uso. Los productores deben responsabilizarse también de proporcionar información adecuada (incluida la obligación de marcar los aparatos con símbolos) a sus interesados, esto es, los consumidores, gobiernos, socios para los trabajos de reciclaje, etc.

También se confiere a los distribuidores un papel destacado en la organización de la retirada de los productos fuera de uso. A la hora de suministrar un nuevo artículo, los distribuidores deben asegurar que el aparato eléctrico o electrónico se les puede devolver de manera gratuita e individualizada, siempre que el equipo sea similar y se haya utilizado para las mismas funciones que el nuevo.

El ámbito de aplicación de la Directiva sobre RAEE se limita a los residuos procedentes de los aparatos eléctricos y electrónicos. Los aparatos eléctricos y electrónicos se definen como: “Todos los aparatos que necesitan corriente eléctrica o campos electromagnéticos para funcionar y los aparatos necesarios para generar, transmitir y medir tales corrientes y campos (…) y que están destinados a utilizarse con una tensión nominal no superior a 1.000 V en corriente alterna y 1.500 V en corriente continua”.

El Anexo 1 de la Directiva RAEE recoge un resumen de estos productos y contempla las siguientes categorías:

  1. Grandes electrodomésticos.
  2. Pequeños electrodomésticos.
  3. Equipos de informática y telecomunicaciones.
  4. Aparatos electrónicos de consumo.
  5. Aparatos de alumbrado, incluidas las lámparas de descarga de gas y las luminarias (para uso no doméstico).
  6. Herramientas eléctricas y electrónicas (excepto las herramientas industriales fijas de gran envergadura).
  7. Juguetes o equipos deportivos y de tiempo libre.
  8. Aparatos médicos (excepto todos los productos implantados e infectados).
  9. Instrumentos de vigilancia y control.
  10. Máquinas expendedoras.

Quedan excluidos del alcance de la Directiva sobre RAEE otros tipos de equipos contemplados por otras leyes relativas a la recogida de residuos (esto es, las lámparas instaladas en vehículos, sometidas a obligaciones específicas de retirada), así como los aparatos destinados a fines militares. Para los demás casos, consideramos que las lámparas entran en el alcance de dicha norma.

¿CÓMO CONTROLAN LOS SIG'S LOS PROCESOS DE RECICLAJE?

Una de las actividades cotidianas de AMBILAMP es el seguimiento de los distintos flujos operativos relacionados con el reciclaje de las lámparas fuera de uso. Para ello, se llevan a cabo diversas técnicas de control que tienen por objeto evaluar el proceso de reciclaje en las instalaciones contratadas. Contratos para la evaluación y licitación Los criterios de selección para evaluar a los proveedores que se presentan a la licitación para poder prestar servicios de reciclaje son sumamente estrictos. El rendimiento de las empresas se controla con regularidad basándose en una serie de criterios de evaluación de los proveedores previamente determinados y comunicados, así como en determinadas normas de comportamiento e indicadores clave de rendimiento establecidas por AMBILAMP. Los resultados de estas evaluaciones se comunican y se revisan con las empresas contratadas. En caso de que fuera necesario, se deciden e implementan acciones correctivas. Auditorías aleatorias de los SIG´s AMBILAMP realiza cada cierto tiempo auditorías en las instalaciones de las empresas de reciclaje, con el objetivo de comprobar que las actividades que se llevan a cabo en las mismas cumplen con la legislación vigente y con los términos del contrato (por ejemplo, requisitos técnicos para las plantas de almacenamiento y tratamiento, estado de las instalaciones, objetivos medioambientales, procedimientos de valorización de las distintas partes de los materiales, etc.). Auditorías gubernamentales AMBILAMP confía también en los controles realizados por las autoridades locales. Con arreglo a la legislación nacional, las empresas de reciclaje deben contar con una licencia que les permita llevar a cabo este tipo de actividades; para ello, deben someterse a una serie de auditorías llevadas a cabo por una autoridad gubernamental. Además, las autoridades locales realizan auditorías aleatorias que pretenden asegurar que estas empresas continúan cumpliendo con los requisitos estipulados por la licencia. Con frecuencia, los resultados de las auditorías gubernamentales se tienen en cuenta durante el proceso de evaluación de los distintos proveedores. Aplicación de software de IT AMBILAMP controla también los procesos de reciclaje mediante una plataforma de IT integrada, que le permite realizar un control de razonabilidad de las cantidades recogidas y transportadas a las instalaciones de la empresa de reciclaje contratada y de las partes de los materiales que las empresas de reciclaje contratadas envían a los procesadores. Además, AMBILAMP tiene acceso a los datos de procesamiento que le permiten realizar un seguimiento del rendimiento operativo, así como a los indicadores clave de rendimiento de cada una de las unidades de reciclaje.

¿CÓMO FUNCIONA UN SISTEMA INTEGRADO DE GESTIÓN?

El sistema integrado de gestión funciona como principal lugar de encuentro entre sus productores adheridos, el consumidor, los municipios, las Administraciones Públicas, el sector de la gestión de residuos y los puntos de recogida. Su funcionamiento se basa en un conjunto de normas y procedimientos que permiten la libre competencia en el mercado de la gestión de residuos y la adjudicación de las responsabilidades de los productores. Cabe distinguir cuatro flujos operativos, cada uno de los cuales incluye, entre otras, las siguientes actividades:

 Flujos financieros, que comprenden:

  • Pago de la cuota de los productores adheridos al sistema integrado de gestión.
  • Devolución de la cuota por exportaciones.
  • Pago a los proveedores de servicio de recogida y reciclaje como contraprestación por su trabajo.

 Flujo de contratación, que comprende:

  • Contratos con los productores adheridos.
  • Acuerdo de reembolso de la cuota por exportación.
  • Acuerdos de servicios jurídicos con los puntos de recogida.
  • Contratos de nivel de servicio con las empresas encargadas de la recogida.

 Flujos de información, que comprende:

  • Datos agregados sobre los aparatos eléctricos y electrónicos puestos en el mercado por los adheridos a AMBILAMP.
  • Datos agregados sobre las exportaciones de quienes soliciten reembolsos.
  • Intercambio de datos sobre la recogida y el tratamiento con las empresas encargadas de realizar estas tareas.
  • Presentación de informes a las administraciones públicas sobre los datos de puesta en el mercado de los aparatos eléctricos y electrónicos y datos de recogida y tratamiento.
  • Marketing y comunicación dirigida al usuario final.

 Flujo de productos, esto es, residuos de lámparas entregadas a los proveedores de serviciosde recogida y reciclaje.

¿CÓMO INCREMENTAR EL ÍNDICE DE RECOGIDA?

La correcta recogida y reciclaje de los RAEE comienza con el propietario de los residuos –el usuario final–, que debe tomar la iniciativa de separar estos productos del resto de la basura y asegurarse de que se recogen o se transportan correctamente al punto de recogida correspondiente.

A fin de aumentar la recogida de lámparas, AMBILAMP ha creado una red de puntos de recogida en los que los usuarios finales pueden eliminar sus productos fuera de uso de forma gratuita.

En la actualidad, AMBILAMP cuenta con una red de 16.000 puntos de recogida y ha firmado acuerdos con 4 proveedores de servicios de recogida.

Los sistemas integrados de gestión llevan a cabo iniciativas de marketing y comunicación y ofrecen incentivos dirigidos a incrementar la conciencia ecológica de los usuarios finales.

Con el objetivo de concienciar y motivar a los usuarios finales, AMBILAMP adquiere compromisos activos con estos mediante su página web, publicaciones en los medios de comunicación, boletines, material promocional, marketing colaborativo.

¿CÓMO SE FINANCIAN LAS ACTIVIDADES DE UN SIG?

La actividad de AMBILAMP se financia principalmente a través de las tasas de gestión de residuos que pagan los productores que se han adherido a la misma para cumplir las obligaciones que la ley les impone (de conformidad con nuestra legislación sobre RAEE), los productores deben velar por la promoción, la organización, la gestión y la financiación de los gastos relacionados con los RAEE).

Las cantidades de dinero recibidas mensualmente equivalen al número de lámparas vendidas por todos los participantes, multiplicado por la tasa de gestión de residuos impuesta por AMBILAMP.

En el caso de las exportaciones de lámparas, una parte de los ingresos puede devolverse, si bien AMBILAMP no está obligada a disponer ni a financiar la recogida ni el reciclaje de las mismas.